Bienvenido a mi blog de Elijah Wood ojala les guste, fue el gran actor que hizo de Frodo en la pelicula "El Señor de los Anillos"

jueves, 17 de junio de 2010

Descubriendo la Tierra Media

Toda la acción de la película tiene lugar en la Tierra Media, el lugar elegido por Tolkien para albergar su mundo fantástico, plagado de seres extraordinarios, tanto pacíficos y guerreros, como buenos y malvados. La Tierra Media está recorrida de arriba a abajo por el río Anduin cuyo cauce discurre paralelo a las llamadas Montañas Nubladas, donde entre otras cosas se esconden las Minas de Moria. A la izquierda de ese macizo de montañas está Rivendel, el hogar de los elfos, y más allá, al Oeste, la aldea de Bree y Hobbiton, desde donde parte Frodo. Al otro lado de las montañas se emplaza Lorien, bosque de la Dama Galadriel. En el extremo inferior de las Montañas Nubladas se encuentra la fortaleza de Isengard, donde vive Saruman, y más abajo las tierras de Gondor, siempre amenazadas hacia el Este por Mordor, los dominios del señor oscuro Sauron. Allí se eleva desafiante el Monte del destino.

Una comunidad muy unida
Foto 2 de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo

Según cuenta Elijah Wood, no sólo en la pantalla había una comunidad, también la unión de los actores durante el rodaje fue completa: "Nos llamábamos hobbits a nosotros mismos. Estábamos siempre juntos, en el set y en las comidas". Y afirma rotundo: "Siempre estaré junto a ellos. Son como hermanos". Fueron 18 meses seguidos de trabajo en equipo y eso les hizo mella. A tanto llegó la compenetración entre ellos que los actores, incluyendo a Ian McKellen, el mayor y encargado de dar vida a Gandalf, inmortalizaron su unidad tatuándose la piel.

El autor y su obra

J.R.R.Tolkien nació en Bloemfontein, capital del Estado Libre de Orange (África del Sur), en 1892. Tres años después, su madre se trasladó con él a Birminghan, ciudad de la que era originaria su familia. A los ocho o nueve años, el pequeño John ya se entretenía inventado lenguas. Se graduó en Oxford en el año 1915. Fue profesor universitario, catedrático, filólogo y conferenciante. Era amante del tabaco de pipa, incansable narrador de cuentos, amigo de sus amigos, apasionado de los sonidos y de las lenguas, y católico en la anglicana Inglaterra. Todo este cóctel dio lugar a una de las obras más inmortales de la narrativa épica universal.


En 1997 una encuesta de la BBC con respuesta de más de 25.000 lectores ingleses proclamaba El Señor de los Anillos como "mejor libro del siglo XX". Entre los españoles, la aventura de Frodo y sus amigos ocupa el séptimo puesto entre las preferencias literarias según otra encuesta del diario ABC.
Creando vida
Foto 4 de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo

Durante el tiempo que duró el rodaje, la capital de Nueva Zelanda, Wellington, se convirtió en un hervidero de personas alrededor de la película. En total el equipo los formaban unas 300 profesionales, alrededor de los cuales pululaban unos 20.000 extras. Jackson y sus colaboradores elaboraron más de 200.000 personajes digitales, cientos de armaduras y miles de armas. A todo ello había que añadir además una inmensa cantidad de prótesis, como los pies y orejas de las diversas criaturas de la Tierra Media. "Era magia", dice Wood, "estábamos creando vida".

El mal acecha
En El Señor de los Anillos no hace falta acudir a orcos, jinetes negros y señores oscuros para advertir que el mal acecha a la vuelta de la esquina. Los hobbits viven encerrados en La Comarca, y se desentienden de los problemas del mundo; enanos y elfos se llevan fatal por desencuentros del pasado; los magos tienen rencillas como Saruman y Gandalf; y los hombres toman decisiones caprichosas como Isildur, que tras vencer en el campo de batalla se guardó cierto Anillo... que luego tienta Frodo, Bilbo, Gollum, Gandalf, Boromir, Galadriel, etc.
¿Alguien tiene un anillo suelto?
Foto 6 de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo
El Anillo único es el importante, pero no olvidemos que el Señor Oscuro lo fabricó para gobernarlos a todos, para encontrarlos, para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas'. Porque, ciertamente hay más anillos de poder, forjados con las artes élficas, que junto al Único, hacen un número de veinte. Tres, son de los elfos, y Gandalf, Galadriel y Elrond los conservaron para el bien. Los enanos tenían siete, pero tres los robó Sauron y los otros cuatro fueron devorados por dragones. Los hombres recibieron nueve, pero dominados por el orgullo, cayeron bajo el dominio de la Sombra, y se convirtieron en Espectros del Anillo.
Sauron fue derrotado por los elfos y los hombres, pero en la batalla cayeron Gil-Galad, rey de los elfos, y Elendil, de sangre real, de los hombres de Oesternesse. Isildur, hijo de Elendil, cortó el dedo con el Anillo de la mano de Sauron. Pero no lo destruyó en el Monte del Destino, sino que lo conservó para sí; lo que dio tiempo al espíritu de Sauron para recuperarse. Entretanto, Isildur murió en una emboscada de los orcos, y el Anillo se perdió en el río Anduin, donde lo encontró Déagol, una criatura emparentada con los hobbits, que fue asesinado por Sméagol, que corrompido por el Anillo se transformaría en Gollum. Éste tuvo un encuentro con Bilbo Bolsón, y se quedó con el Anillo, que le sirvió para arrebatar su tesoro a un dragón. Finalmente, Bilbo legó el Anillo a su sobrino Frodo.
Fan de Tolkien
El fan número uno de J.R.R. Tolkien es...Peter Jackson. Toda una suerte para los amantes del libro original editado en 1954, suyo espíritu se respeta en la película. Graduado en filología en Oxford en 1915, el profesor Tolkien era amante del tabaco de pipa, incansable narrador de cuentos, amigo de sus amigos, apasionado de las lenguas, y católico en la anglicana Inglaterra. Este cóctel dio una obra inmortal de la épica.

domingo, 6 de junio de 2010

Los Crimenes de Oxford


Misterio matemático

Álex de la Iglesia supera ampliamente la calidad de comedias como Crimen Ferpecto, con este thriller que tiene mucho que ver con Crimen perfecto, aquel film de Hitchcock en el que el personaje que interpretaba Ray Milland explicaba la forma 'perfecta' de cometer un asesinato con absoluta impunidad. Aquí, el personaje que interpreta John Hurt explica otra forma aún mejor de intentarlo. No es el único homenaje al maestro del suspense de este film, que paradójicamente es un 'whodunit', término que usaba el británico para aludir a las películas de misterio, al estilo de las novelas de Agatha Christie, que giran en torno a quién es el culpable de un crimen, muy diferentes a las películas de suspense que él quería hacer.

En esta ocasión se encargan de averiguar quién es el asesino Martin, estudiante estadounidense que acaba de llegar a Oxford para doctorarse, y Arthur Seldom, el genio de las matemáticas, al que aquel intenta convencer infructuosamente para que dirija su tesis. La víctima es la casera de Martin, vieja amiga de Arthur, una anciana que pertenecía al equipo que descifraba códigos matemáticos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Esta mujer resulta ser la primera víctima de un asesino en serie, que avisa por medio de mensajes de sus próximos pasos. Estos mensajes advierten del sitio donde va a ocurrir el crimen y también incluyen diferentes símbolos, que pertenecen a una sucesión matemática indeterminada.

El propio Álex de la Iglesia ha coescrito con su colaborador habitual, Jorge Guerricaechevarría, el guión, que parte de una novela de Guillermo Martínez, matemático argentino, doctorado en Lógica, que divulga sus conocimientos habitualmente en obras de intriga como Acerca de Roderer. Aunque introducen muchos cambios -el protagonista argentino ha pasado a ser estadounidense, para que resulte más creíble que lo interprete Elijah Wood-, el film logra condensar lo esencial de la trama, y consigue mantener pegado al espectador en torno a la resolución del misterio.

El reparto es irregular, pues aunque John Hurt es el actor ideal para su personaje, un profesor dotado de gran magnetismo, Wood no acaba de resultar convincente del todo, sobre todo en sus secuencias con Leonor Watling, muy poco creíbles. Por otro lado, el envoltorio filosófico puede parecer pedante en alguna ocasión, a pesar del interés de la posición escéptica del personaje de Hurt, contrapuesta a la forma de ver el mundo de Martin. La relación entre los dos personajes, similar a la de los protagonistas de El nombre de la rosa, es el principal punto de interés. Frente a otros realizadores españoles, como Jaume Balagueró, cuyas películas en inglés resultan un tanto frías e insulsas, De la Iglesia parece sentirse cómodo rodando en la lengua de Shakespeare, superando ampliamente la calidad de su anterior experiencia en ese idioma, Perdita Durango, completamente decepcionante. Filma con gran eficacia secuencias imaginativas, como el primer encuentro entre los protagonistas, por lo que logra un thriller un poco tramposo pero bastante convincente, algo que pocos cineastas españoles han conseguido.


Verdad matemática y verdad real
El film explora diversos interrogantes filosóficos sobre la verdad. A tal efecto, el actor John Hurt expresa su opinión acerca de su personaje: "Piensa que no se puede llegar a la verdad. Quizás sabe demasiado. Lo sabe casi todo, así que ya no cree en nada, y desconfía. Intenta evitar el dolor de la vida refugiándose en los libros y se ha convertido en un escéptico. Piensa que sólo se puede llegar a la verdad matemática. A nivel personal, pienso que esta convicción es una pequeña falacia. Creo que las matemáticas son una creación de los humanos para estudiar la realidad. Y como es una invención del hombre, tampoco es una verdad absoluta".

martes, 1 de junio de 2010

Frodo no se separa de su Anillo

¿Recuerdan la obsesión que perseguía al personaje de Elijah wood en “El señor de los Anillos”? Esa ligera obsesión parece haber traspasado las fronteras de Frodo hacia el mundo real.

Elijah Wood ha confesado durante la presentación de “Los crímenes de Oxford” en argentina que mantiene uno de los anillos que se utilizaron durante el rodaje de la película escondido en su casa.

Lo tengo dentro de una bolsita, que está dentro de una caja, dentro de otra caja“, confesó Wood. Me pregunto quién no quisiera, como él, guardarse para sí uno de esos anillos. Vaya que se trata de una peligrosa obsesión.

Dentro de algunos meses, bastantes en realidad, tendremos la posibilidad de ver cómo el anillo llega a manos de su tío Bilbo en “El Hobbit”, la adaptación de la clásica novela de Tolkien que realizará Guillermo del Toro.

Ian McKellen (Gandalf) ya se ha anotado para participar. Tal vez Elijah Wood tenga un papel. Esperemos que sí. Y que no lo obliguen a devolver ese anillo.